Cada joven, un líder
Se dice que en Panamá faltan líderes en todos los ámbitos. ¿Qué hacer para cambiar esta perniciosa realidad? Lamentamos a diario la ausencia de liderazgo, valores, entendimientos y compromisos. Hacemos poco. Mientras tanto, nuestra juventud observa una sociedad en decadencia, injusta y corrupta que escasamente ofrece oportunidades.
La educación es responsabilidad de todos. Toca a cada uno dar una mano al Ministerio de Educación (Meduca) y a sus educadores. El mundo está cambiando tan rápido. Aquí, pareciera que el tiempo se detiene. Nuestros hijos enfrentan, en el corto plazo, la desaparición de muchas profesiones, avances tecnológicos inimaginables y, mientras en otras partes del mundo se preparan para ello, aquí no.
Resulta vital brindarles herramientas para la vida que los hagan mejores personas para poder construir una mejor sociedad que la que les estamos heredando. Tenemos el deber y la oportunidad de blindarlos de los malos ejemplos. Urge que comprendan que, aunque parezca normal lo que ocurre a su alrededor, no es así. Es desde las aulas de clases que podemos rehacer nuestro pacto social.
En educación, este año se marcó un hito en Chiriquí en lo que a participación del sector empresarial se refiere. El pasado 29 de noviembre se clausuró el proyecto “Cada joven, un líder”, liderado por la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Chiriquí (Camchi). Este proyecto fue concebido y ejecutado entre agosto y noviembre. La importante colaboración de la Camchi es evidencia del creciente compromiso del mundo productivo en la formación integral de la juventud.
“Cada joven, un líder”, se basa en la metodología de los 7 Hábitos de los Adolescentes Altamente Efectivos, de la autoría de Sean Covey, de la organización Franklin Covey, líder en el segmento de programas de liderazgo y desarrollo personal, a través de talleres. ¿El objetivo? Complementar la formación del individuo mediante la razonada internalización de hábitos, que incrementan sus posibilidades de éxito en su desarrollo personal y en sus relaciones con los demás. Se fomenta lograr el empoderamiento de sus propias vidas a través del enfoque y conciencia de un plan de existencia; saber priorizar; sostener relaciones positivas; escuchar con efectividad; trabajar en equipo y lograr la renovación constante. Son herramientas para la vida, parte esencial de la educación integral del individuo.
2 mil 200 estudiantes en 98 salones de undécimo grado de los distritos de David y Barú fueron beneficiarios del taller de los 7 Hábitos de los Adolescentes Altamente Efectivos. Esta iniciativa es fruto de un trabajo colaborativo y en equipo, producto de un acuerdo inicial entre el Centro de Competitividad de la Región Occidental y la Organización Franklin Covey Latan; la Camchi que ejecuta el proyecto; sus 24 patrocinadores, con la aquiescencia del Meduca, y los directores de los centros educativos. 700 horas dedicaron 14 facilitadores, quienes llevaron a cabo los talleres, brindando de su tiempo, apoyando desde la sociedad el proceso formativo de la juventud chiricana.
“Cada joven, un líder” es una experiencia alentadora que demuestra la fuerza de una sociedad cuando sus actores se proponen un objetivo común. La experiencia, además de gratificante, confirma la necesidad de ampliar su cobertura e implementar modalidades de seguimiento del impacto en sus beneficiarios. Iniciativas como esta deben institucionalizarse y replicarse en todo el país, si es que nuestro deseo de construir un mejor Panamá es genuino.
Es a través de la educación que lograremos romper con la inequidad que contrasta dramáticamente con el desarrollo económico de Panamá. Hagamos de la educación una obsesión nacional. Solo así lograremos cambios positivos y relevantes. La participación ciudadana en educación cierra el círculo de una perfecta comunidad educativa.
El autor es miembro de Unidos por la Educación, capítulo de Chiriquí
Fuente: www.prensa.com